Método

Método Carolina Galaz / Terapia basada en las Artes Expresivas (CG / TBAE®)

Para la Fundación Lacaracola, el Método Carolina Galaz, Terapia basada en las Artes Expresivas®, introduce a cada niño con diagnóstico y tratamiento de cáncer y otras enfermedades de alta complejidad para que puedan reconocer sus estados emocionales por medio del que hacer, ya sea a través de la pintura, textura, color, tonos, ritmo, escritura, creación. El arte en toda su dimensión permite aprender del autocuidado y la importancia de este proceso en todo tipo de pacientes.

Desde el año 2019 la fundación trabaja siendo parte de la Unidad de Medicina Integrativa del Hospital Dr. Luis Calvo Mackenna. Este trabajo colaborativo, lleva a la fundación a desarrollar programas desde el diagnóstico de la enfermedad hasta la resolución de esta ya sea por la remisión o por fallecimiento.

Desde la medicina integrativa la enfermedad es única en cada paciente, la percepción que cada niño tenga de su enfermedad también única, por lo que los procesos creativos ayudan a observar la individualidad del sentir, ver y hacer. El activar fuerzas internas desde el arte en los niños generan procesos de resiliencia, autoestima, calma entre otras, el arte tiene cualidad regeneradora, que ayudan a enfrentar con mayor seguridad, tranquilidad y fortaleza el proceso que implica el tratamiento.

Mediante la creación de su «Yo» con el uso de texturas, elementos reciclables utilizados en ellos mismos, colores, tonos, los niños aprenden a autorregularse, favoreciendo y generando cambios en su forma de llevar y elaborar las emociones, en la forma de pensar, en su biología y en su forma más interna la espiritualidad, forjando un camino de autoconfianza.

Implementación

Es importante tener en consideración que el método CG/TBAE es fundamentalmente experiencial, todo se origina desde la experiencia, la observación y la escucha. Esto lo hace ser totalmente flexible y adaptable, siendo fundamentales las capacidades del terapeuta.  Característica que le entrega al método el valor de ser único e innovador. 

Quien lo implemente cumplirá un rol comprometido, atento, sensible y respetuoso para poder mirar las necesidades que a veces no son visibles, generalmente son más profundas, y están insertas en la costumbre de un hacer enraizado en el tiempo, siendo parte de la identidad y cultura de los equipos e instituciones. Lo mismo ocurre en relación a la observación al paciente y su familia 

El método inspira y facilita crear cada vez como si fuera la primera vez. La identidad y cultura pueden tener elementos adversos y en esa adversidad el terapeuta deberá encontrar la oportunidad para que el método sea implementado de manera acorde. 

También puede ocurrir que no exista tal adversidad y es ahí donde la manera de proceder es potenciar los aspectos que benefician al paciente, a su familia y al equipo tratante. En pos del cuidado integral y la humanización del servicio.

Rol del Terapeuta

El terapeuta capacitado en el Método CG/TBAE es un tutor de resiliencia y compañía incondicional, con autoconocimiento, capaz de conectarse con sus propias emociones para hacerse cargo de lo que es propio y no del paciente. Es fundamental que esté en constante autocuidado para afrontar las distintas situaciones presentes en la labor; deterioro, recaídas, fallecimientos, duelos, etc. Debe ser responsable de su bienestar emocional en favor de la atención al paciente.

El terapeuta es comprometido, respeta la autonomía e independencia del paciente. Tiene la capacidad  de estar atento, observando y escuchando constantemente de manera lúcida y activa, con el objetivo de construir  de forma perseverante la confianza y el vínculo con el paciente.

El vínculo es esencial, los encuentros entre paciente y terapeuta deben ser encuentros transformadores, donde el NNA pueda encontrar seguridad, amistad, humor, transparencia, respeto, honestidad y contención.

El terapeuta es capaz de  vincularse, respeta la individualidad del paciente sin imponer ideas ni juicios sobre él o ella, favoreciendo su libre expresión y desarrollo. La relevancia no está en lo que hace el profesional si no en el cómo lo hace, para que en el proceso, sea el paciente el que se muestre y sea visto.

El terapeuta es paciente, creativo, flexible, empático, respetuoso, apasionado, perseverante, proactivo y presente. Pero por sobre todo es capaz de entregarse, emocionarse, conectarse, compartir y soltar cuando la situación lo amerita.

Foto: Carolina Galaz Lladser